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Autor: Lic. Bárbara Hernández, Marketing y Comunicaciones de Granotec Ecuador

La industria alimentaria global está atravesando una transformación marcada por la convergencia de avances en ciencia nutricional, cambios regulatorios y un consumidor que cada vez es más consciente de su salud. En este 2025, se consolida una tendencia clara: la preferencia por alimentos funcionales, personalizados y fortificados, especialmente en categorías de consumo diario, como lo son los productos lácteos. Según Mintel (2024), más del 70% de los consumidores latinoamericanos muestran interés en alimentos que contribuyan a prevenir deficiencias nutricionales, y Euromonitor señala que las marcas más exitosas son aquellas que combinan lo esencial con un claro valor agregado funcional.

Tres grandes ejes están definiendo el rumbo del desarrollo de nuevos productos en la región. Primero, la fortificación se posiciona como una herramienta clave de salud pública, no solo en programas gubernamentales, sino también en fortificación voluntaria como propuesta de valor de la industria. La adición de vitaminas, minerales y compuestos bioactivos responde a una necesidad real de mejorar la calidad nutricional de la dieta, especialmente en poblaciones vulnerables. Segundo, los lácteos emergen como el vehículo perfecto para esta funcionalidad: su alta biodisponibilidad,  perfil proteico completo y buena aceptación sensorial los hacen ideales para adaptar formulaciones dirigidas a niños en edad escolar, adultos mayores, mujeres en edad fértil o personas activas. Y finalmente, el tercer eje se enfoca en las crecientes sinergias entre ciencia, salud y regulación. Las autoridades sanitarias en países como Ecuador, han comenzado a trazar lineamientos que promueven activamente la fortificación voluntaria, con el fin de mejorar la nutrición poblacional sin sacrificar calidad o competitividad.

Fortificación de lácteos en América Latina: Una respuesta estratégica a deficiencias urgentes

En este contexto, los productos lácteos como leche fluida, yogures, quesos y bebidas fermentadas se convierten en aliados estratégicos de la salud pública. Su consumo diario, matriz estable y excelente compatibilidad con micronutrientes hacen que sean ideales para la incorporación de vitaminas y minerales esenciales.

En América Latina, las deficiencias nutricionales siguen siendo un reto persistente. La vitamina D, por ejemplo, es una de las más críticas: más del 50% de la población urbana presenta niveles subóptimos, a pesar de vivir en regiones con alta exposición solar.

Ecuador no es la excepción. Estudios recientes han evidenciado que, en ciudades como Quito y Guayaquil, el estilo de vida predominantemente de puertas adentro, sumado al uso frecuente de bloqueadores solares, limita la síntesis cutánea de esta vitamina esencial. Esta paradoja geográfica se traduce en una oportunidad concreta: utilizar vehículos de alto consumo, como los lácteos, para suplementar eficientemente a la población.

Vitamina D3 en lácteos: Ciencia aplicada y alto impacto nutricional

La vitamina D3, en su forma colecalciferol, presenta una excelente compatibilidad técnica con matrices lácteas. Al ser liposoluble, se dispersa fácilmente en leches y yogures grasos o semidescremados sin alterar sabor, color ni textura. Además, las tecnologías actuales como la microencapsulación o dispersión en vehículos lipídicos permiten que la vitamina conserve su estabilidad incluso tras procesos térmicos, como la pasteurización o el tratamiento UHT.

Desde el punto de vista normativo, su incorporación también representa una ventaja. Gracias a la adición de esta vitamina, los fabricantes pueden beneficiarse de incluir en el empaque declaraciones funcionales de alto valor como “fuente de vitamina D”, “contribuye al mantenimiento de huesos y dientes normales” o “apoya el funcionamiento normal del sistema inmune”, todas validadas por normativas como el Codex Alimentarius, el Reglamento Técnico Centroamericano y los lineamientos del Ministerio de Salud Pública del Ecuador. Esto permite al productor lácteo ofrecer una propuesta funcional clara y diferenciada, respaldada por la ciencia y regulaciones.

Más allá de la D3: Sinergias en fortificación múltiple

Esta tendencia no se limita a la vitamina D3. La fortificación múltiple está ganando terreno como estrategia para ofrecer soluciones nutricionales más completas y sinérgicas. Por ejemplo, el calcio (imprescindible para la salud ósea) potencia su absorción cuando se combina con vitamina D3. El fósforo también requiere esta vitamina para un metabolismo eficiente, mientras que el zinc y la vitamina B12 complementan funciones inmunes y neurológicas clave. Incluso minerales como el hierro, cuando se presentan en formas microencapsuladas, pueden integrarse a yogures sin comprometer su sabor ni estabilidad.

Para asegurar el éxito de un producto fortificado, es esencial considerar la compatibilidad entre los micronutrientes y el proceso tecnológico. Las vitaminas sensibles como la D3 requieren protección frente a la oxidación, por lo que deben combinarse con vehículos adecuados o antioxidantes naturales como tocoferoles o ácido ascórbico. La validación sensorial también es crítica: incluso pequeñas cantidades de ciertos minerales pueden alterar el sabor o generar turbidez si no se manejan adecuadamente, por lo cual es imperativo contar con una asesoría personalizada, así como con proveedores confiables y con el conocimiento técnico y de aplicaciones para cada matriz alimentaria. Además, es imprescindible revisar los niveles permitidos por los marcos regulatorios locales, como lo es el caso de ARCSA en Ecuador, así como los lineamientos internacionales del Codex Alimentarius (CAC/GL 9-1987).

Esta combinación inteligente de nutrientes les brinda la oportunidad a los productores de desarrollar productos que atienden simultáneamente múltiples deficiencias, sin afectar la experiencia del consumidor ni la viabilidad técnica del proceso.

Enzimas: El aliado invisible de la fortificación funcional

En los sistemas lácteos, las enzimas desempeñan un rol esencial para mejorar la digestibilidad del producto y facilitar la biodisponibilidad de nutrientes clave como aminoácidos y minerales. Por ejemplo, el uso de proteasas suaves en bebidas lácteas proteicas permite liberar péptidos bioactivos durante la digestión, lo cual se ha asociado con una mayor absorción de minerales como el calcio. Asimismo, la aplicación de lactasa en leches y yogures permite obtener productos sin lactosa que son mejor tolerados por personas con intolerancia, y además presentan un sabor naturalmente más dulce gracias a la conversión de lactosa en glucosa y galactosa.

Estas mejoras tecnológicas amplifican el valor de los productos fortificados, haciendo que sean más funcionales, estables y agradables al paladar, y, por tanto, bien aceptados sensorialmente por los consumidores.

Una oportunidad estratégica para la industria láctea ecuatoriana

Ecuador se encuentra en una posición estratégica para transformar su industria láctea en un motor de salud preventiva. En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2 y 3), el país puede liderar una nueva generación de productos funcionales dirigidos a segmentos específicos como escolares, madres gestantes, adultos mayores o personas con alta actividad física. Con el soporte de tecnologías enzimáticas y formulaciones fortificadas inteligentes, es posible desarrollar portafolios que no solo cumplan con los estándares regulatorios, sino que también respondan a las necesidades reales de la población. Además, las normativas nacionales ya reconocen y promueven este tipo de innovación, lo que abre la puerta a beneficios fiscales y ventajas competitivas en el mercado.

Granotec: Soluciones integrales para un Futuro lácteo funcional, preventivo y adaptado

La fortificación de productos lácteos con vitamina D3 y otros micronutrientes clave no solo responde a las necesidades nutricionales urgentes de América Latina y Ecuador, sino que también representa una estrategia poderosa para agregar valor, diferenciación y propósito a la industria. En un entorno cada vez más exigente, donde el consumidor busca ciencia detrás del producto y alineación con el bienestar, Granotec se posiciona como un socio estratégico para liderar esta transición hacia una nutrición más funcional, preventiva y adaptada a cada etapa de vida.

En Granotec Ecuador, acompañamos a la industria láctea con soluciones técnicas completas, respaldadas por nuestra vasta experiencia y nuestro liderazgo en el mercado latinoamericano. Ofrecemos premezclas personalizadas de vitaminas y minerales, así como complejos enzimáticos a la medida que optimizan la funcionalidad del producto. Nuestro compromiso es claro: transformar los desafíos nutricionales de hoy en oportunidades sostenibles para la industria de mañana, tomando como foco la salud de las personas.

Referencias

1.       FAO & OMS. (2023). Vitamin D status and deficiency in Latin America: A silent epidemic. Roma. Disponible en: https://www.fao.org

2.      Mintel Group Ltd. (2024). Global Food & Drink Trends 2025. https://www.mintel.com

3.      Euromonitor International. (2024). Health and Nutrition in Latin America 2025. https://www.euromonitor.com

4.     Innova Market Insights. (2024). Top 10 Trends in Dairy & Functional Foods. https://www.innovamarketinsights.com

5.      Codex Alimentarius. (2021). General Principles for the Addition of Essential Nutrients to Foods – CAC/GL 9-1987. https://www.fao.org/fao-who-codexalimentarius

6.      Ministerio de Salud Pública del Ecuador. (2022). Lineamientos para la Fortificación Voluntaria de Alimentos con Micronutrientes. Quito, Ecuador. Disponible en: https://www.salud.gob.ec

7.      Holick, M.F., et al. (2011). Evaluation, treatment, and prevention of vitamin D deficiency: an Endocrine Society clinical practice guideline. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 96(7), 1911–1930. https://doi.org/10.1210/jc.2011-0385 

8.      Xia, Y., Zhou, Y., & Lin, Q. (2024). Recent advances in the development and application of dairy-derived bioactive peptides: A review. Food Production, Processing and Nutrition, 6(11). https://doi.org/10.1186/s43014-024-00280-2

9.      De la Fuente, M. A., & Juarez, M. (2001). Free and protein-bound calcium content of cheeses: Influence on calcium bioavailability. Trends in Food Science & Technology, 12(7), 310–316. https://doi.org/10.1016/S0924-2244(01)00083-2

10.   Singh, H. (2011). Aspects of milk protein digestion and absorption. International Dairy Journal, 21(6), 429–438. https://doi.org/10.1016/j.idairyj.2011.01.009 

11.     Madhavan-Nayar, K. (2021). β-galactosidase (Lactase): Industrial production and applications in dairy. In: Enzymes in Food Biotechnology. Academic Press. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-813280-7.00005-9