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Autor: Macarena Ortiz M.

Líder Regional de Nutrición y Salud Granotec

Mito n°1: La malnutrición de micronutrientes es lo mismo que el hambre

Realidad: No es lo mismo, el déficit de vitaminas y minerales también se conoce como “hambre oculta”, que se refiere a una dieta suficiente en calorías, pero deficiente en micronutrientes esenciales como hierro, zinc, vitamina A, vitamina D, etc.

Mito n°2: Cuando una persona tiene malnutrición de micronutrientes se nota a simple vista

Realidad: El déficit de micronutrientes, puede afectar a personas con cualquier peso corporal. Las deficiencias no siempre son visibles, pero sí impactan en el desarrollo y la salud.

Mito n°3: Si una persona tiene sobrepeso, no puede presentar déficit de micronutrientes al mismo tiempo

Realidad: Una persona puede tener exceso de peso y a la vez presentar déficit de uno o varios micronutrientes. Esto debido a que en la dieta se puede consumir un exceso de calorías, pero, aun así, que no estén considerados todos los nutrientes esenciales como vitaminas y minerales.

Mito n°4: Con una dieta variada, es imposible tener déficit de micronutrientes

Realidad: Factores como la calidad del suelo, el procesamiento de los alimentos, los hábitos de preparación y el acceso a productos frescos influyen en el contenido final de micronutrientes disponibles.

Mito n°5: La fortificación es innecesaria si nos alimentamos bien

Realidad: Existen nutrientes que, a pesar de tener una buena alimentación, en ciertas situaciones son críticos y se debe asegurar su consumo (ejemplo, ácido fólico y hierro durante el embarazo). La fortificación de alimentos ha sido una estrategia clave a nivel global para reducir deficiencias específicas de vitaminas y minerales, especialmente en poblaciones vulnerables o donde el acceso a una dieta balanceada es limitado.